domingo, 19 de octubre de 2008

Nuestros compañeros de la Asociación Marino Sicilia, en breve, celebrarán su décimo aniversario

Cuando el 27 de noviembre de 1999, en la Casa de La Cultura de Los Llanos de Aridane, ofrece su primer concierto, ya cargaba tres años de intenso trabajo, bajo la magnífica batuta del tenor palmero Gregorio Díaz. De esta manera nace, primero, en 1996, la Escolanía Marino Sicilia, y tres años después, la asociación que la custodia. En la actualidad, la Asociación Marino Sicilia, puede presumir de contar también con un coro de voces adultas de una calidad reconocida en todo el archipiélago y que lleva el nombre de un ilustre palmero, Don Elías Santos Abreu. 

El objetivo fundamental de la asociación es el de formar a niños y jóvenes de la isla de La Palma en la música coral, alejándolos de lacras sociales de sobra conocidas y enseñando la disciplina que todo grupo musical implica. De esta manera, en la convivencia diaria de ensayos, conciertos y otras actividades, se ha formado un grupo consolidado con un pasado asombroso y un futuro cargado de ilusiones y posibilidades. 

El próximo año, la Asociación Marino Sicilia cumplirá su décimo aniversario. Esto demuestra la solidez y envergadura de un grupo de personas que siempre ha sabido estar a la altura de las circunstancias, y que ha superado los diferentes obstáculos que hayan podido suceder.

Desde 1996 hasta la actualidad, la Asociación Marino Sicilia ha llevado el nombre de Los Llanos de Aridane y la isla de La Palma por diferentes lugares del territorio nacional e internacional. Lugares como Madrid, en su auditorio de la Villa de Las Rozas, Isla Cristina (Huelva), Cuenca, Torrevieja, donde la Escolanía logró un diploma de plata y el cuarto puesto en el “Certamen Internacional Juvenil de Habaneras”, Alemania, entre otros, han visto como un grupo de niños ha creado una pequeña historia que nunca podrán olvidar. Además, en intercambios corales con coros de Valencia o Lanzarote se ha demostrado cuál es el verdadero significado de la música. 

En los últimos tres años, la Asociación se ha colocado a la vanguardia de la música internacional, organizando, en Los Llanos de Aridane el “Curso Internacional de Canto”, que se haya dentro de un circuito intercontinental de música, compartiendo organización con ciudades como Pekín, Viena, Budapest, entre otros.

La Asociación ha visto nacer en sus entrañas a jóvenes músicos que hoy triunfan en ciudades como Madrid, Barcelona o Amsterdam. Sin ir más lejos, unos de sus miembros ha fundado recientemente en la capital de España una escolanía llamada “Virgen de la Alegría”, presentada el día 31 de mayo de este año en la parroquia de San Cristóbal de Madrid, concierto al cual acudieron miembros activos de la asociación, como el tenor Gregorio Díaz, el violinista Javier Hernández o el guitarrista Pedro Díaz.

Esto demuestra el grado de implicación de la Asociación Marino Sicilia por la cultura, dentro y fuera de la isla de La Palma, siendo reconocida como uno de los grandes motores culturales en la actualidad. Conociendo este contexto y tras la experiencia vivida en la música dentro de Marino Sicilia, lanzo esta reflexión:

De la música, El infierno.

Cuando no me ve nadie, como ahora, gusto de imaginar a veces si no será la música la única respuesta posible para algunas preguntas. La pregunta es el lenguaje de la curiosidad, actitud que nos ofrece conocer el progreso y el desarrollo de nuestros sentidos y capacidades. Sin embargo, no somos las personas capaces de dar respuesta, desde nuestros pareceres y conocimientos, a todos los interrogantes que surgen en nuestro trayecto por la vida. Es entonces cuando aquellos que la hemos conocido, encontramos en ella la respuesta clara, interpretada y propia, al tiempo que hermosa y cargada de bien, que nos hará encontrar la solución al problema planteado. 

La música surge para complacer nuestros sentidos y dotar a nuestro consciente de capacidades soñadas e inesperadas. Es por eso, que las palabras de Immanuel Kant “a la música va unida cierta falta de urbanidad porque daña la libertad de los demás” reflejan mucha verdad. Cuando la música despierta en quienes la han conocido, a través de su estudio y su experiencia, capacidades nuevas, que son únicas en ellos, éstos, son considerados hombres y mujeres distintos, y sí, lo son, porque son capaces de acciones y pensamientos, gestos y palabras, imágenes y sonidos, a los que nadie más puede acceder. Son, por tanto, hombres y mujeres libres, provocadores de la envidia ajena, productores del sentimiento carcelario extranjero y habitantes de un modus vivendi, tan deseado como criticado. 

A través del estudio y la experiencia, sólo así, y sólo con ambas, puede ser entendida, vivida y expresada la música. Es por ello que aquellos profanos que lo han intentado han caído en el fracaso lógico de quien pretende un hacer, sabiendo sus limitaciones. Es una opinión que compartimos con grandes autores como George Bernard Shaw, que en una de sus obras ya apuntaba “El infierno está lleno de aficionados a la música”. Y ese infierno es el lugar que acabarán ocupando todos aquellos que se atrevan a intentar atentado alguno contra el verdadero significado de la música. Pero peor aún, es cuando quienes intentan apoderarse de la música no son conscientes de sus limitaciones. Son personas que creen ser sabedores de una materia que, de todos es sabido, nunca se es sabedor. Esta ignorancia es un arma disparada al revés, es la muerte segura del individuo vecino de la indecencia, pensador del “todo vale”; la mentira, el odio y el rencor. Y es que, “cuando el odio es demasiado vivo, coloca al que odia, por debajo de lo odiado”. 

Debe entenderse la música como el alimento del amor, y el que no lo haga no la entiende y debe salir del vergonzoso descaro de actuar en su nombre. Es de sobra entendible que no basta tan solo con oír la música, o con creerse capaz de hacer música, ya que, si no hay amor, puede haber sonido, pero no existe la música. Y las cosas hechas sin amor, duran lo que tarda en irse el odio, será más o será menos en el tiempo, pero morirán junto con él. 

Francisco Díaz Rodríguez. Vicepresidente de "Alternativa XXI".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fantástico este artículo, muy bellas palabras para describir la música.